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EFE/EP-PARÍS
«Sublevado» por la «catástrofe ecológica» de la contaminación del «Prestige», el presidente francés, Jacques Chirac, pidió ayer sanciones penales «ejemplares» contra empresarios «deshonestos» y «gamberros del mar» y el Gobierno se movilizó frente a la llegada del fuel del naufragado petrolero a la costa gala.

El primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, acompañado de los titulares de Ecología, Roselyne Bachelot, y del Mar, Dominique Bussereau, viajaron al suroeste, antes de un consejo interministerial sobre esta crisis, que se espera «prolongada». Ayer por la mañana, casi todas las playas de las Landas aparecieron invadidas por fragmentos de fuel procedentes del petrolero que se hundió frente a las costas españolas el pasado 19 de noviembre, explicó una portavoz de la Prefectura. Más de 100 kilómetros están afectados ya por el fuel, que hizo su primera aparición en la costa gala el pasado martes.

Mientras que las autoridades de Aquitania aseguran que grandes manchas de petróleo se encuentran a sólo 50 kilómetros de las costas de la Gironda (suroeste), el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, visitó algunas playas afectadas de ese departamento y anunció un primer paquete de 50 millones de euros contra el vertido.

El primer ministro, que insistió en «la gravedad» de la situación y expresó «la cólera extrema del Gobierno», subrayó que la crisis va a ser «larga y prolongada». Raffarin, Bachelot y Bussereau -para quien casi todo el litoral Atlántico francés puede ser afectado-, visitaron la playa de Cabo Ferret, al norte de Arcachon (zona de producción de ostras, donde ha llegado el fuel), antes de acudir en helicóptero a La Rochelle.