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Los patrones mayores de O Grove y Cangas, en las Rías Baixas, iniciarán hoy una huelga de hambre en demanda de más medios para limpiar contra la marea, mientras los marineros permanecen atentos a la evolución de los vertidos de fuel que amenazan a las Rías Baixas y al norte de Portugal.

Los patrones anunciaron ayer esta medida de presión porque, afirman, desde el inicio de la catástrofe han reiterado que el problema principal es impedir que las manchas de fuel que se encuentran en el océano lleguen a las rías, para lo que demandan «medios modernos».

«Sabemos que con sólo nuestro esfuerzo no llega», dijeron los patrones, quienes criticaron que las autoridades planteen que «el problema es pagar a los marineros», cuando lo que necesitan es un plan de emergencia «con medios suficientes». Entretanto, varios de los buques de extracción de fuel pudieron trabajar ayer en las costas gallegas, junto con embarcaciones de marineros, especialmente en la zona comprendida entre la isla de Ons y A Guarda.

Según el Comité de Seguimiento del 'Prestige', entre el oeste de A Guarda, en la frontera con Portugal, y el oeste de la isla de Ons, a unas 7 millas de la costa, se observan unas 40 manchas de color oscuro, de 20 por un metro y de 20 por dos. Entre Estaca de Bares y la frontera con Francia se han avistado irisaciones en la zona, de poca consistencia. En concreto una mancha de unos 40 metros de diámetro al norte de Avilés.

No obstante, las embarcaciones que salieron a primera hora de esta mañana de los distintos puertos de las Rías Bajas no localizaron manchas de fuel importantes en las proximidades de la costa. Además, en las playas de la provincia coruñesa se detectaron ayer nuevas entradas «puntuales» de fuel en playas de los términos municipales de Oleiros y Muros.