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El presidente del Gobierno, José María Aznar, considera que al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no debe interesarle ningún contacto con él para analizar la situación del vertido del «Prestige» porque ha mejorado y los socialistas sólo desean un «ejercicio demagógico de la catástrofe». Aznar hizo esta consideración en una conversación con informadores en el Congreso, tras el acto conmemorativo del Día de la Constitución y donde finalmente no hubo ninguna reunión entre el jefe del Ejecutivo y el secretario general del PSOE pese a que el pasado miércoles se había avanzado esa posibilidad.

El presidente del Gobierno explicó que apuntó ese contacto en caso de que fuera necesario trasladar alguna información al dirigente socialista, pero debido a esa ligera mejoría, duda mucho de que «esa información pueda interesar a quienes han hecho de su actuación todo lo contrario». «Su actuación ha sido un ejemplo de falta de solidaridad, falta de compromiso y un ejercicio absolutamente demagógico y oportunista de esta catástrofe y dudo mucho de que las mejorías puedan interesar», precisó.

Por su parte, José Luis Rodríguez Zapatero afirmó que sigue «esperando» a Aznar para mantener un encuentro y hablar del «Prestige», no por él, precisó, sino porque en estos momentos es importante que haya un «espíritu de cooperación» y escuche todas las ideas «en directo». Para Zapatero, es especialmente importante en estos momentos que Aznar escuche todas las sugerencias posibles para paliar la crisis y que lo haga con «seriedad».

A su entrada en el Congreso, el secretario general del PSOE mostró su disposición a mantener un diálogo con el jefe del Ejecutivo, si bien concretó que éste debería darse en un «marco adecuado» y no «de pie» en un pasillo porque «no sería serio». Zapatero contestaba así a una invitación que le hizo el pasado 4 de diciembre Aznar en una carta que le envió en respuesta a una misiva que el líder socialista había enviado previamente y en la que pedía que se pusiera al frente de la crisis.