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El Tribunal Supremo declaró ayer «en rebeldía», en relación a sus procesos de ilegalización, a los partidos políticos Herri Batasuna (HB) y Euskal Herritarrok (EH), al constatar que no se han personado en los procedimientos tras haber transcurrido el plazo legal para hacerlo. Por tanto, la única de las tres formaciones demandadas que será parte en la causa es Batasuna, que sí se personó el pasado día 9. Esto le permitirá recurrir contra su eventual ilegalización ante el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Además, la Sala del 61 del Supremo, encargada de decidir sobre las demandas de ilegalización, acordó también admitir a trámite el incidente de recusación contra el presidente del Supremo, Francisco José Hernando Santiago, a quien Batasuna reprocha falta de imparcialidad por sus pronunciamientos en favor de la Ley de Partidos Políticos. Como magistrado instructor de esta recusación ha sido designado el presidente de la Sala de lo Militar del Supremo, José María Ruiz-Jarabo, presidente de Sala más antiguo excluidos el presidente de la Sala Primera, por ser ponente de uno de los procedimientos, el presidente de la Sala Tercera, por encontrarse recusado, y el presidente de la Sala Cuarta, porque instruye esta recusación.

La Sala del 61, que fue presidida por el presidente de la Sala Primera del Supremo, Ignacio Sierra, en sustitución del recusado Hernando, inició además los trámites para acumular en un único procedimiento las dos demandas de ilegalización contra Batasuna, formuladas por el Gobierno y la Fiscalía. En el proceso, el tribunal ha dado traslado a las partes para que informen sobre la pertinencia de esa acumulación.