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El Gobierno decidió ayer nombrar sustituto en la Embajada de España en Bagdad y abrir un proceso disciplinario al diplomático Fernando Valderrama, a quien elogió la oposición por su «valentía» al renunciar por discrepancias con la política española con Irak. El Ministerio de Exteriores informó de la decisión de «acreditar como encargado de negocios de la Embajada de España en Bagdad a Eduardo de Quesada Fernández de la Puente, quien era hasta ahora subdirector general de Asuntos Jurídicos Consulares y que asumirá sus funciones en los próximos días».

Además, el Ministerio acordó, «en el marco de un proceso disciplinario, la realización del trámite de información reservada previa» sobre las actuaciones de Fernando Valderrama, al amparo de lo dispuesto en el régimen disciplinario de los Funcionarios de la Administración del Estado. En concreto, el Ministerio se refiere a «las actuaciones del Sr. Valderrama y en particular con las declaraciones efectuadas por él a diversos medios informativos».

Fernando Valderrama, encargado de negocios de la Embajada de España en Bagdad y máximo representante de España en Irak, confirmó ayer que ha presentado su renuncia por «discrepancias» con el Gobierno respecto «al contencioso iraquí», y en concreto por no compartir la postura del Gobierno español de «respaldo a EE UU» en este contencioso.

Ayer reiteró que su dimisión obedece a que está en contra de «los planteamientos de la política exterior española» con Irak, que, en su opinión, consisten en «remitirse incondicionalmente a lo que decida Estados Unidos». Dijo que no puede aceptar «ni como jurista ni como diplomático» una posición que le parece un «salto atrás en la historia de las relaciones internacionales» y «volver a tiempos que teníamos superados desde la II Guerra Mundial», en alusión a la doctrina estadounidense para un eventual ataque preventivo contra Irak.