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EUROPA PRESS-PAMPLONA La dirección del grupo alemán Volkswagen anunció ayer su intención de iniciar en los próximos días un expediente de regulación de empleo de unas 500 personas en su planta de Landaben (Navarra), para hacer frente al descenso de producción previsto para 2003, cuando se fabricarán 244.000 unidades del Polo, 13.000 menos de las estimadas inicialmente. Este recorte representa el 10 por ciento de la plantilla actual, formada por 5.000 trabajadores, y podría estar aprobado antes de fin de año.

Además de este expediente, el director de Recursos Humanos del consorcio de Wolfsburg, Josef Fidelis Senn, trasladó a la dirección de la planta navarra y al comité de empresa que es necesario el cierre temporal de la factoría durante cinco días, dos más de los inicialmente anunciados, antes del 31 de diciembre. El programa de producción se ha reducido debido a la necesidad de adecuar la producción al descenso de las ventas, con lo que la compañía fabricará 9.000 coches menos de los previstos, de los que 6.000 corresponden a la planta de Pamplona y 3.000 a Bratislava (Eslovaquia).

Estas medidas se toman ante la caída de ventas en el sector del automóvil y ante la difícil situación económica mundial. «Las cosas no van bien», reconoció Carlos Sucunza, director de personal de Volkswagen Navarra, quien aseguró que la reducción de la plantilla no se debe a algo «coyuntural», sino «estructural». «Desde septiembre de 2001, la situación empeora día a día», insistió.