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El Gobierno Vasco negó ayer legitimidad a ETA para lanzar críticas como las vertidas en el último comunicado hecho público por la organización terrorista y los partidos políticos lamentaron igualmente las acusaciones de la banda. ETA acusó en este comunicado al lehendakari, Juan José Ibarretxe, de querer «secuestrar la voluntad popular» al defender «un marco autonómico sin salida» y reprocha al Gobierno vasco que «colabore con el Estado español» al que califica de «fascista».

La banda hace extensiva esta crítica a los partidos que conforman el Ejecutivo vasco y «a los sectores económicos y sociales que representan», entre los que cita a la patronal vasca Confebask y la Iglesia. En respuesta a estas acusaciones, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, afirmó que ETA «no tiene legitimidad para hablar de política», ya que «no tiene ningún proyecto de solución o de salida para los problemas de este país». La vicelehendakari dijo que «en democracia y en este país, de política hablan los partidos y los representantes de los partidos».

El portavoz de la Ejecutiva del PNV, Joseba Egibar, consideró que ETA «quiere estar presente en el pleno de política general de mañana (hoy), pero no lo va a conseguir». Egibar, que estimó que el comunicado podría titularse «ETA contra todos», precisó que «el desarrollo de los proyectos políticos es responsabilidad de los políticos elegidos por el pueblo», por lo que instó a ETA «a abandonar definitivamente la lucha armada».