TW
0

La dirección de Seat trasladará el 10% de la producción del modelo Ibiza que se fabrica en Martorell (Barcelona) a Bratislava (Eslovaquia), decisión que puede afectar a 500 empleos directos y 5.000 indirectos y que ha abierto un cruce de acusaciones entre los sindicatos UGT y CC OO. El presidente de Seat, Andreas Schleef, anunció ayer esta «irrevocable» decisión en el marco del Salón del Automóvil de París ante la falta de acuerdo con los sindicatos para hacer frente a la demanda del mercado.

Este desvío de la producción del Ibiza se mantendrá, dijo Schleef, hasta el final de la vida comercial del modelo, cuya demanda en los mercados europeos y la, a su juicio, falta de flexibilidad laboral de la planta de Martorell para atender el incremento de producción, han llevado a la compañía del grupo Volkswagen (VW) a adoptar esta medida. Andreas Schleef ha lamentado haber tenido que llegar a esta decisión, porque «los empleos para fabricar estos Ibiza ya están fuera de España», al tiempo que ha dicho que la medida «no es una amenaza a los sindicatos» y sí «una respuesta a la inflexibilidad».

En este sentido, recordó que en las últimas semanas se ha seguido un intenso proceso de negociación con los sindicatos para que la plantilla trabajara cinco días de octubre y de noviembre (28 a 31 de octubre y 4 de noviembre) de los siete que la empresa debía a los trabajadores de jornadas utilizadas el año pasado. La producción del Ibiza en Bratislava empezará el próximo enero, una vez concluidos los trabajos preparatorios, de rápida realización porque el Ibiza está desarrollado sobre la misma plataforma que la del Volkswagen Polo.

El presidente de Seat describió la planta de Martorell como un centro técnicamente joven pero que, hoy día, tiene un índice de productividad por debajo de la media del resto de las factorías de VW al tardar una hora más en fabricar cada coche. El traslado del 10% de la producción del Ibiza afectará a unos 500 empleos directos y unos 5.000 indirectos de la industria auxiliar del automóvil en toda Catalunya, según fuentes de la Federación del Metal de UGT.