Cardenal acudió personalmente al Supremo para presentar la demanda de ilegalización.

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El Gobierno y la Fiscalía del Estado presentaron ayer ante el Supremo sendas demandas en las que piden ilegalizar Batasuna por ser la «prolongación de ETA en la política» y vulnerar la nueva Ley de Partidos, y para acabar con el asedio de los «nazis» de esta formación abertzale. La demanda interpuesta por el Gobierno es «sin duda la demanda de nuestra democracia» contra el terrorismo, aseguró el ministro de Justicia, Jose María Michavila, mientras que la del Ministerio Público pretende, en palabras del fiscal general, Jesús Cardenal, liberar a Euskadi del asedio «de los nazis de un partido que se llama Batasuna».

Para el ministro de Justicia, la documentación presentada con la demanda demuestra que Batasuna es la «prolongación de ETA en la política», y «que la organización política se nutre en buena medida de miembros de la organización terrorista que han sido condenados por pertenecer a la banda armada y por la comisión de delitos de terrorismo». «Especialmente gravoso para todos los demócratas resulta ver cómo se exalta al secuestrador de Ortega Lara de forma oficial en un Ayuntamiento o cómo se cuidan por parte de las autoridades municipales monumentos en favor de los terroristas de ETA».

El ministro afirmó que «ya era hora de que quede fuera del ordenamiento jurídico quien utiliza la democracia precisamente para socavar la democracia, para chantajear y amenazar a los demócratas». La demanda, añadió Michavila, es una decisión «con una clara consecuencia, dar dignidad a la democracia española», además de acabar con la impunidad de quienes la utilizan para luchar contra ella. «Venimos al Supremo a liberar de ese asedio a esa parte de España», dijo el fiscal en alusión al País Vasco y en respuesta al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, quien calificó de «estrategia genocida» las actuaciones contra su formación y dijo que Euskal Herria se iba a convertir «en el Stalingrado político» de Aznar.

«El asedio en este caso es de los nazis de un partido que se llama Batasuna», señaló Cardenal, quien añadió que «con esto queda claro el contenido, la esencia y la finalidad de este escrito de demanda». Los mil elementos probatorios en los que se sustenta la demanda interpuesta por el Gobierno están contenidos en 10.000 folios agrupados en 26 carpetas con diferentes dossiers, entre los que figuran 194 expedientes personales de cargos y candidatos de Batasuna con antecedentes por terrorismo y el que contiene más de cien fotografías de 32 municipios en los que se exalta a ETA.