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Artificieros de la Guardia Civil desactivaron ayer un artefacto explosivo cargado con 7'8 kilos de cloratita que estaba enterrado en la Gran Playa de Santa Pola (Alicante), después de dos avisos de la banda terrorista ETA, el primero de ellos el pasado viernes. Un fallo en el sistema de detonación del artefacto evitó que explotara el pasado viernes, tal y como había anunciado un comunicante anónimo en nombre de ETA. Según las primeras investigaciones, los autores de la colocación de estos artefactos son los mismos que el domingo 4 de agosto hicieron estallar un coche bomba en la casa-cuartel de Santa Pola.

La bomba de la Gran Playa se hallaba desde, al menos, el pasado viernes en una fiambrera dentro de una mochila enterrada a 1'5 metros de profundidad en el área que ocupan media docena de palmeras. El subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, explicó que no pudo ser descubierta en las primeras labores de rastreo por los perros adiestrados y detectores de explosivos precisamente por estar enterrada a una profundidad «nada habitual», aunque subrayó que «en ningún momento» ha habido riesgo para los bañistas.

Además, Garrido señaló que los especialistas en explosivos sostenían que una vez transcurridas 24 horas después del teórico momento de la detonación el artefacto queda «inoperativo», todo lo cual contribuyó a tomar la decisión de permitir la entrada de bañistas a la zona acordonada y dar por terminado el operativo. La Gran Playa fue abierta y albergó a varios miles de bañistas en la mañana del domingo, pero una nueva llamada en nombre de ETA, precisando la colocación de la bomba, hizo que la Guardia Civil volviera a desalojar precipitadamente la playa.

El PSOE ha aceptado las explicaciones del Gobierno sobre la reapertura de la playa el sábado sin que se hubiera encontrado bomba alguna, pero le instó a poner en marcha «cuanto antes» todas las medidas se seguridad imprescindibles para los ciudadanos. En cambio, según el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) la bomba de Santa Pola podría haber estallado «en cualquier momento». Este sindicato se une a las duras críticas lanzadas por Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, quien afirmó que los últimos atentados de ETA han mostrado «puntos flacos muy importantes en materia de seguridad».