El arsenal estaba escondido cerca de esta fábrica de ladrillos abandonada.

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EFE-BAYONA El arsenal, compuesto por más de 300 kilos de explosivo y abundante armamento, estaba escondido en unas instalaciones subterráneas próximas a una fábrica de ladrillos abandonada. La operación policial, que se desarrolló en presencia de la juez antiterrorista parisiense Laurence Le Vert, se derivó de la investigación abierta en septiembre de 2001 tras el arresto de «Baltza» y otros cuatro activistas de ETA que proyectaban robar un depósito de explosivos en el sureste de Francia.

Una parte de los explosivos hallados ayer provienen del robo de la fábrica Titadine de Plevin (noroeste) perpetrado en septiembre de 1999 por un «comando» de ETA ayudado por independentistas bretones, precisaron fuentes próximas a la investigación. Pero se cree que la mayor parte de la dinamita es del polvorín del mismo fabricante de explosivos robado por activistas de ETA a las afueras de Grenoble (sureste) en marzo de 2001, añadieron las fuentes.

Para inventariar la gran cantidad de armamento -fusiles de asalto, subfusiles ametralladores y lanzagranadas-, así como munición y documentación hallados en el zulo, serán necesarios varios días, según las fuentes.

La operación policial, que aún continúa abierta, se ha saldado, por el momento, con seis detenidos: el matrimonio que se ocupaba supuestamente de la custodia del zulo, Bernardo Fidel Erbina y Concepción Zubillaga Beloqui, sus dos hijas, Miren y Amaya, y otros dos hombres, Daniel Maisonnave e Ildefonso Elosua.