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El presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Francisco González, declaró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que el ex copresidente Emilio Ybarra le ocultó durante meses información sobre el entramado financiero, con versiones contradictorias y datos falsos. González "que declaró durante dos horas y media" relató que tuvo las primeras nociones del entramado financiero del banco en el exterior en el verano de 2000, aunque de una forma sesgada. Ya en septiembre de ese año reclamó más datos a Ybarra, de quien obtuvo informaciones contradictorias, por lo que en diciembre tomó la decisión de regularizar las cuentas secretas abiertas en el exterior y comunicarlo al Banco de España. González puso como ejemplo de las versiones contradictorias la explicación que obtuvo de Ybarra sobre los planes de pensiones secretos abiertos a 22 altos cargos vinculados al BBV en marzo de 2000.

Aunque Ybarra explicó a González que estos fondos "19'2 millones de dólares" iban destinados a asegurarse la toma de una participación en el banco mexicano Bancomer, al actual presidente del BBVA no le satisfizo esta explicación, dado que el banco contaba con el control de esta filial desde el verano de 2000. La declaración testifical de Francisco González versó en su mayor parte sobre las reuniones que el presidente del banco tuvo con el gobernador y el subgobernador del Banco de España, Jaime Caruana y Gonzalo Gil. Precisamente, González reconoció que no supo determinados detalles del entramado financiero hasta que tuvo acceso al expediente sancionador del Banco de España, y citó como ejemplo la financiación de la campaña de Hugo Chávez.

González explicó que si bien las relaciones con Ybarra fueron inicialmente buenas tras la fusión del BBV y Argentaria, posteriormente se fueron tensando conforme iba teniendo conocimiento de las irregularidades. Aunque en el seno del consejo de administración del nuevo banco había dos bandos claros: los procedentes de Argentaria y los del BBV, González aseguró que algunos de éstos últimos que se beneficiaron de los fondos de pensiones secretos no conocían la procedencia irregular del dinero. No obstante, citó dos nombres como los más cercanos a Ybarra y los plenamente conscientes de la mecánica que operaba en el exterior, como son José Domingo Ampuero y Ricardo Muguruza, ambos ya fuera del banco. En su declaración, en la que no salió a la luz el nombre del secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga, ni del consejero José Ignacio Goirigolzarri, González explicó que en ningún momento trasladó la información que tenía al Gobierno.

De otra parte, y en un escrito remitido a la Audiencia Nacional, González explica que el banco facilitó en septiembre de 2001 documentación al Banco de España sin su «conocimiento y consentimiento». González relata cómo el banco preparó un borrador de respuesta a las exigencias del Banco de España que «no era suficiente» para esta institución «ni para mí como copresidente», información que finalmente fue entregada en septiembre del año pasado «sin mi conocimiento», por lo que instó a Ybarra a dimitir. También cuenta que la reunión que mantuvo Emilio Ybarra, y el ex consejero delegado Pedro Luis Uriarte, con el Banco de España el 25 de septiembre de ese año, se convocó «sin mencionármelo». Manifiesta que Emilio Ybarra le respondió ante su «insistencia en la falta de verosimilitud» de la versión que éste ofrecía sobre las cuentas ocultas del BBV, que «no podía saber cuál había sido la finalidad de actos en los que no había participado y sobre los que no tenía ninguna documentación».