Imagen del vídeo de la Guardia Civil en el momento de la detención de Ahmed Brahim.

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AGENCIAS/REDACCIÓN Ahmed Brahim, que vivió durante unos cuatro años en Palma, fue arrestado en la madrugada de ayer en su domicilio en el número 1 de la calle Margarita Xirgú de Sant Joan Despí, un municipio del área metropolitana barcelonesa, y fue trasladado ayer a la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, confirmó desde Pontevedra que el detenido es un «importante» miembro de la red Al Qaeda, de quien ha destacado que supuestamente participó en la financiación de los dos atentados contra las embajadas de EE UU en Kenia y Tanzania. Según ha podido saber este periódico, el jefe económico de Al Qaeda tenía en Palma «un trabajo normal» y fue investigado exhaustivamente hasta que pidió un cambio de residencia.

La operación se había puesto en marcha hacía siete meses, con la autorización del Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional, y con la colaboración de los servicios policiales y de inteligencia de Estados Unidos, Alemania y Francia. Ahmed Brahim, de 45 años y nacionalidad argelina, estaba acompañado en el momento de la detención de cuatro jóvenes, que portaban documentación francesa y están siendo investigados, y que por el momento han quedado en libertad. Interior relaciona a Ahmed Brahim con Mandhu Mandhu Salim, alias Abu Hajer, de origen sudanés, que está catalogado por los Estados Unidos como el cerebro financiero de Al Qaeda y que se encuentra encarcelado en EE UU después de que fuera extraditado por Alemania, donde fue detenido en septiembre de 1978. Hajer está vinculado a Bin Laden y los Estados Unidos le acusan, entre otros cargos, de haber participado en las atentados cometidos contra sus embajadas en Kenia y Tanzania.

La investigación policial ha podido determinar que el detenido ayer en Barcelona se movía en los ámbitos económico y empresarial, creando y trabajando con empresas de compraventa de embarcaciones deportivas, publicidad y relaciones públicas, y la Guardia Civil sospechaba de que podía estar preparando su huida de España pues estaba procediendo a la liquidación de sus empresas. Brahim había enviado a varios países árabes, entre ellos a Arabia Saudí, material informático de alta tecnología y diversas cantidades de dinero a varios países europeos.