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OTR PRESS - BILBAO El País Vasco volvió a vivir el sábado una noche de actos de 'kale borroka'. Los socialistas volvieron a ser las víctimas de los violentos, cuando un grupo de encapuchados encerró durante un cuarto de hora a seis personas que se encontraban en la Casa de Pueblo de la localidad guipuzcoana de Zumárraga, sede social del PSE, tras cerrar con una cadena y candado la puerta. El Gobierno de Ibarretxe y el resto de los partidos vascos coincidieron en destacar que este ataque es «una muestra más de intolerancia». Además, PP y PSE pidieron medidas que garanticen la normalidad y la representación democrática en los ayuntamientos vascos.

Los hechos ocurrieron sobre las diez menos cuarto de la noche cuando encapuchados colocaron una cadena con un candado en la puerta de entrada de la Casa del Pueblo de Zumárraga. En ese momento se encontraban seis personas en el interior de la sede social del PSE. Al lugar acudió la Ertzaintza, que, con ayuda de una cizalla, liberó a las personas que se encontraban en la Casa del Pueblo.

Todos los partidos vascos condenaron el ataque. El presidente de la Comisión Gestora del PSE, Ramón Jáuregui, declaró que lo ocurrido tiene «toda la indumentaria y la simbología de los nazis en los años 30», cuando marcaban los locales y las casas de los judíos. Jáuregui pidió a la Ertzaintza que proteja las sedes socialistas y adopte medidas para garantizar la seguridad.

El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, se unió a la condena, y señaló la necesidad de adoptar las medidas necesarias para garantizar la pluralidad, la representación y la normalidad en los ayuntamientos vascos, ya que estos hechos «dificultan o imposibilitan» el ejercicio de la representación democrática en muchos municipios de Euskadi.

Además, varios desconocidos atacaron la madrugada de ayer la Comandancia de Marina de San Sebastián, lanzando líquido inflamable contra la fachada del edificio.