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Los siete detenidos la pasada madrugada por la policía en Vizcaya integraban un grupo «Y» al que se le imputan numerosas acciones de violencia callejera en la comarca del Duranguesado y estaban, según el ministro del Interior, Mariano Rajoy, en un «estadio anterior» a incorporarse a comandos de ETA. Los detenidos en Durango y Elorrio (Vizcaya) son Gorka Joseba Lupiañez Mintegui, de 22 años; Zumbeltz Larrea Azpiri, de 18 años; Antxon Berrizbeitia Eguren, de 21 años y Arkaitz Tejerina Urquía, de 21 años, todos ellos vecinos de Durango; Oscar Oviedo Casado, de 24 años y vecino de Yurreta; Agustín del Hierro Upategui, de 21 años y vecino de Elorrio, y Asier Iñigo Eguizurain, de 23 años y domiciliado en San Sebastián.

Algunos de ellos, según explicó Rajoy, son miembros destacados de la organización ilegal Segi, que, según dijo el ministro, es «exactamente lo mismo» que ETA, al igual que, en su opinión, Jarrai, Gestoras Pro-Amnistía o Ekin. En sus domicilios, los agentes encargados de la operación, que continúa abierta, han hallado abundante material utilizado para fabricar bombas incendiarias, así como documentación sobre posibles objetivos, material que podría sustentar la acusación de la policía de que los detenidos han protagonizado una intensa actividad de «kale borroka» en la citada comarca en el último año.

Actos contra juzgados de paz, incendios en sucursales bancarias, ataques a agentes y patrullas de la Ertzaintza y a casas del pueblo del PSE-EE son algunas de las acciones que les imputan al grupo las fuerzas de seguridad que ahora analizan la documentación incautada, que se refiere fundamentalmente a inmuebles de partidos políticos y de la policía autónoma vasca. Entre los actos de violencia callejera que se les atribuyen a los detenidos figuran los ataques con artefactos incendiarios a los juzgados de paz de Amorebieta y Elorrio, el 22 de agosto y el 22 de diciembre del año pasado respectivamente, que provocaron importantes daños materiales.

También se les considera responsables de los incendios de varias entidades bancarias de poblaciones del Duranguesado. Las casas del pueblo del PSE-EE de Zaldívar y Durango también fueron supuestamente atacadas en noviembre y diciembre pasados por este «talde», que también tenía a la Ertzaintza en el punto de mira. Interior les imputa el lanzamiento de artefactos incendiarios contra domicilios de agentes de la Policía Autónoma Vasca, así como la organización de emboscadas a patrullas de este cuerpo cuando acudían a oficinas de correos o a concesionarios de automóviles previamente atacados por el grupo «Y».

Con estas detenciones se ha evitado que unos jóvenes se integraran en comandos de ETA y «al final acabaran poniendo coches bomba», en opinión del director general de la Policía, Juan Cotino, quien destacó en Valencia la operación practicada. El responsable de la policía explicó que en las casas de los detenidos se han encontrado bombonas de cámping gas y pólvora de distintos tipos. Ete tipo de jóvenes, según manifestó Cotino, «suelen pasar posteriormente a formar parte de un comando de ETA», por lo que con esta operación «se ha evitado que gente que hace sus prácticas de muerte con actos de violencia callejera acabaran al final poniendo coches bomba».