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El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió que «el tiempo corre contra la sociedad» en la reforma de la enseñanza, dijo que ante ella la oposición ha demostrado su «impotencia» y rechazó confundir la igualdad de oportunidades con el «achatarramiento a la baja de la calidad educativa». Aznar hizo esas consideraciones en su intervención en el Congreso ante los diputados del PP, a los que explicó que la reforma de la educación será uno de los ejes esenciales para los próximos meses. El jefe del Ejecutivo subrayó que este curso político «es el curso de la educación» y aseguró que el Gobierno va a buscar el diálogo con todos aquellos que crean sinceramente que la enseñanza es mejorable y «pongan el interés de la educación por encima de intereses partidistas y muy particulares».

Tras señalar que la mejora de la educación va en beneficio del interés de todos, Aznar expresó su convicción de que «el descrédito» de la enseñanza perjudica especialmente a quien tiene menos recursos. Advirtió de que «el tiempo corre contra la sociedad española y cuanto más tiempo pase sin reforma, más duro será el coste que tenga que pagar» y se preguntó «por qué se tiene que confundir la igualdad de oportunidades con el achatarramiento a la baja de la calidad». Por todo ello, dijo que le «entristece» la actitud de la oposición ante un asunto de esta envergadura, ya que esperaba que actuase con un «mínimo de responsabilidad y conocimiento de la realidad».

«Pero algunos han aprovechado el momento para equivocarse y demostrar que son incapaces de superar el pasado, y esa incapacidad es la demostración de un ejercicio de impotencia por parte de la oposición», añadió Aznar, quien se refirió en concreto a las críticas socialistas que tildan de «franquistas» la reforma educativa prevista por el Gobierno También rechazó las críticas sobre la falta de inversión en educación y subrayó que «el éxito educativo no se mide en función de lo que se gasta, sino de lo que se aprende; no consiste en gastar todo lo que se quiera "precisó", sino en que se aprenda lo que se debe».

El tema de la educación y la polémica sobre la Reválida también fue el 'tema estrella' de la sesión de control al Gobierno. Aznar defendió la reforma de la enseñanza secundaria asegurando que es de «sentido común» la implantación de una prueba externa y objetiva al menos una vez durante 12 o 15 años de estudio para evaluar los conocimientos de los alumnos. Aznar respondió así a las críticas de los líderes socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y de IU, Gaspar LLamazares. El primero calificó la reforma planteada de «carrera selectiva y de segregación» y planteó que podría suponer a los alumnos perder dos años. Llamazares subrayó las carencias financieras del sistema educativo.