En este sentido, Pujol advirtió que una oposición frontal del
Ejecutivo popular a la negociación del traspaso de competencias
previsto en el Estatut y la Carta Magna sería inconstitucional.
Después de mantener un almuerzo privado con el lehendakari, el
líder de los nacionalistas catalanes denunció la «amputación» del
poder autonómico que a su juicio está llevando a cabo el Gobierno
del PP y advirtió del riesgo de que si el Gobierno popular continúa
«achicando la Constitución» acabará por asfixiar a las autonomías.
Así, advirtió que si el Ejecutivo popular lleva a los catalanes por
la fuerza de los votos a un callejón de pérdida de autogobierno,
tendrán que reforzarse y aseguró que Cataluña y su reivindicación
van a durar más que una coyuntura política.
Ambos dirigentes coincidieron en el diagnóstico y denunciaron la
actual situación de «regresión autonómica escandalosa» y, aunque no
fijaron estrategias conjuntas de colaboración en defensa del
autogobierno, aseguraron que «no es necesario que nos pongamos de
acuerdo en cosas que son de cajón» para la defensa de la
autonomía.
Pujol se refirió al proyecto de ley de coordinación autonómica
propuesto por el Gobierno que preside Aznar como una de las medidas
más preocupantes y aunque reconoció que ante la mayoría absoluta de
los populares «no se pueden hacer muchos juegos malabares»,
advirtió que el rechazo a la política del Gobierno central por su
trato discriminatorio hacia Catalunya ha enraizado en todos los
sectores sociales. Así, recordó que la Generalitat ha optado por
inscribir sus reivindicaciones de mayor autogobierno en el marco de
la Constitución y apuntó que, si el Gobierno va achicando la Carta
Magna, «servirá para asfixiarnos» y advirtió que una oposición
frontal a la negociación del traspaso de competencias previsto en
el Estatut sería inconstitucional.
El lehendakari acusó al PP de modificar 'de facto' la
Constitución en su último congreso para acabar con la
plurinacionalidad del Estado en favor del «concepto de
uninacionalidad». Ibarretxe denunció que el Gobierno del PP ha
puesto en marcha un proceso de «regresión autonómica escandalosa» y
advirtió que esta forma de ejercer el poder «es un problema no sólo
para Catalunya y el País Vasco, sino también para España y Europa».
Desde el PSOE, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera,
avanzó que el partido no acordará con el Gobierno el proyecto de
ley de cooperación autonómica si «no se modifica» la propuesta. A
su juicio, se debe reformar el Senado para garantizar que esta
Cámara sea la de representación territorial.
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