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El ex presidente del Gobierno Felipe González se pronunció ayer con contundencia sobre la sucesión a la presidencia del PP asegurando que «cualquiera que sea un milímetro más brillante que el mediocre que los preside "en referencia a José María Aznar" no tiene ninguna posibilidad» de acceder al cargo. González aseguró sentir «escalofríos» ante el «culto a la mediocridad» que a su juicio «ha exhibido» el PP durante su congreso.

En su opinión, dentro de la dirección del PP hay personas «de muchísima más calidad intelectual y de más capacidad que Aznar, a distancia», añadiendo que incluso dentro del equipo de Gobierno «hay algunos, que a mí me pueden gustar más o menos». Por eso, dijo, «me asusta tanto verlos pasar la lengua por los pies» de Aznar. Considera, asimismo, que entre los dirigentes regionales también los hay con «entidad», y puso como ejemplo a Alberto Ruíz Gallardón, aunque reconoció que cualquier nombre que él pueda señalar posiblemente saldrá perjudicado.

González aseguró que el PP ha practicado el transfuguismo «toda la vida» y se mostró convencido de que «lo seguirán haciendo» porque «son una agrupación de intereses» con «pocos valores». González puso como ejemplo a Javier Arenas, de quien dijo que a principios de los años 80 quiso entrar en el PSOE pero como no pudo se pasó al PP».

Estas palabras enfurecieron al PP, quien a través de la Secretaria Ejecutiva de Política Municipal, Rosa Romero, acusó a González de «perder el norte y el equilibrio real dentro de este mundo». Para el PP, estas afirmaciones están «completamente fuera de contexto» y demuestran que González «no está en su mejor momento». «Lo que dice no tiene sentido ya que todos los militantes del PP saben a ciencia cierta que Arenas ha sido siempre de UCD y del PP», añadió.

De otra parte, José Luis Rodríguez Zapatero ha tomado buena nota de quienes en el PSOE le pedían que endureciera su discurso contra el Gobierno. El líder socialista criticó los procesos de privatización, que sólo han beneficiado a «amigos» del PP y de Aznar, y aseguró que la promesa del presidente de no volver a optar a La Moncloa no tiene «gran mérito» después de quince años dominando el PP. Zapatero dijo que la educación será una «batalla decisiva» para los socialistas en este nuevo período de sesiones, y centrará sus iniciativas en los problemas que «más preocupan» a los ciudadanos: seguridad, familia, vivienda, así como fiscalidad».