La prensa marroquí criticaba ayer la actitud del Ejecutivo de Aznar, en la foto con el presidente de Ceuta.

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Dos días después de que el Gobierno marroquí llamara a Rabat a su máximo representante en España, Abdesalam Baraka, una forma de protesta en lenguaje diplomático que las autoridades de Marruecos aún no han concretado ante Madrid, sigue dando señas inequívocas de su malestar.

Así, el Gobierno de Marruecos ha comunicado a la Embajada de España en Rabat su decisión de celebrar la reunión de Alto Nivel con España a principios del año que viene y no el 27 de diciembre como proponía España, alegando que no se ajustaba a la agenda de Rabat y han decidido posponerla a principios del año que viene. De la misma forma, las autoridades marroquíes han impedido a la prensa española cubrir informativamente la visita del rey Mohamed VI al Sáhara, ya que no les han reservado ningún puesto en la delegación que acompañará al monarca en su viaje, según fuentes de la Embajada española en Rabat, que ahora estudia la posibilidad de presentar algún tipo de queja por esta actitud.

Las únicas explicaciones ofrecidas por las autoridades marroquíes para no permitirles formar parte de la citada delegación es que la prensa española es la última prioridad a la hora de ofrecer acreditaciones para cubrir el acto.

Los periodistas españoles habían solicitado, como es preceptivo, la acreditación al Ministerio de Comunicación marroquí para cubrir la primera visita de Mohamed VI al Sáhara, que debía comenzar ayer pero que finalmente ha sido aplazada hasta mañana. De hecho, algunos de ellos habían pedido participar antes que otros compañeros de la prensa extranjera pertencientes a medios no españoles, que sí han logrado acreditarse.