Aznar, junto a Fraga, saluda al ministro portugués de Exteriores, Jaime Gama.

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OTR/PRESS-SANTIAGO DE COMPOSTELA El presidente del Gobierno, José María Aznar, completó su duro ataque al nacionalismo, uno más esta semana, y ya con la reunión fijada con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, asegurando que propone «aventuras que perjudicarían al desarrollo de España». El presidente del Gobierno comenzó su intervención hablando del PP gallego, un partido sólido que debe dar un nuevo impulso a Galicia, defendiendo sus ideas y convicciones, ya que lo hecho hasta ahora «redundó en beneficio de Galicia y de España». Galicia, dijo, es gracias a la acción del PP una tierra «abierta y dinámica, porque los hechos así lo demuestran». El reto, por tanto, debe ser «aspirar a más y ser capaces de conquistar nuevos objetivos después de dejar atrás los lastres del pasado». Aznar dibujó una Galicia en positivo, habló de más empleo, de una mejora de las comunicaciones por carretera y del inicio de la conexión de esta comunidad con la alta velocidad ferroviaria.

«La vieja Galicia no existe, hay un país abierto, dinámico y emprendedor, que es lo que hay que defender y que ha sido impulsado por el proyecto que representa el PP», dijo. Aznar ofreció toda su colaboración a los populares gallegos para reimpulsar el proyecto de centro reformista, «fundamental para los gallegos». Además, dijo que la única alternativa en Galicia es «una única ambición: que el PP no gobierne». El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, secundó el ataque de Aznar al nacionalismo vasco y dijo que no quiere ni pensar en lo que puede ocurrir si «la insensata idea de autodeterminación soberanista llegara a producirse».

«En los primeros días, morirían miles de ciudadanos vascos, que hoy el Gobierno vasco no los defiende suficientemente», aventuró. Parafraseando al ex presidente francés François Miterrand, dijo contundente que «el nacionalismo es la guerra, como ya hemos visto en los Balcanes y como lo estamos viendo en el asesinato permanente de personas indefensas».

Fraga También criticó lo que llamó «restos del socialismo» y habló del PP como «el partido que ocupa el centro». Criticó también a los socialistas gallegos y sus «pequeños programitas» y recordó que, «en la mayor parte de los casos, se ofrecen diciendo que van a hacer lo mismo que nosotros pusimos en marcha». Por eso, el presidente gallego confió en volver a ofrecer a Aznar «una nueva victoria al servicio de Galicia y de España».