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El Gobierno dio ayer luz verde al reglamento que desarrolla la ley de extranjería y que constituirá el tercer pilar del Gobierno «para fomentar la inmigración legal», según explicó el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy.

El documento, que consta de 147 artículos y nueve disposiciones, entrará en vigor el 1 de agosto, fecha que coincide con el fin de plazo para que los inmigrantes irregulares presenten su documentación para proceder a una regularización por arraigo. Partidos políticos y organizaciones sociales centraron sus críticas en este punto, asegurando que el margen de diez días es muy escaso.

Rajoy explicó que el Reglamento tiene como dos grandes objetivos el fomento de la inmigración legal y la persecución de las mafias. Así por ejemplo destacó que se han simplificado los permisos de residencia y trabajo de cuatro a dos años y se ha sistematizado el plazo de resolución de expedientes, que no podrá ser superior a tres meses. Además establece el mecanismo de diseño del contingente de trabajadores no comunitarios y especifica cuáles serán los mecanismos de regularización de inmigrantes irregulares por razones humanitarias y de arraigo.

Así, los extranjeros en situación irregular podrán obtener un permiso temporal: cuando lleven cinco años en España; cuando lleven tres años en España y demuestren incorporación real y potencial al mercado de trabajo y vinculos familiares con un español o un extranjero residente; o cuando lleven dos años y tengan un permiso de trabajo anterior caducado. En la misma línea, el extranjero que haya sido víctima de delitos racistas o xenófobos obtendrá un permiso de residencia. Asimismo, Rajoy explicó que los inmigrantes sólo podrán entrar a trabajar legalmente en España mediante un visado y un permiso de trabajo por cuenta propia o ajena, un visado de trabajo si acredita medios económicos y visado de reagrupamiento familiar.