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El secretario general del PSOE eludió hablar de victoria o derrota en el debate sobre la Nación, y se limitó a mostrarse satisfecho por su actuación. Todos los líderes políticos centraron su análisis en el líder socialista. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, lamentaron el tono moderado que empleó con Aznar. «Yo lo que he intentando es que los problemas de los ciudadanos y sus inquietudes de futuro estuvieran presentes en el debate». Así explicó Rodríguez Zapatero su primera intervención en un Debate sobre el estado de la Nación, sobre la que se mostró ampliamente satisfecho, ya que sirvió para que los ciudadanos conozcan algo más del proyecto del PSOE.

Muy distinta es la visión del Gobierno. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, calificó de decepcionante la actuación de Zapatero, ya que «los que creen que jugando a empatar van a sacar algo positivo, pierden». El ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, afirmó que El Quijote «representa en la historia cultural de España algo así como los Harlem Globetrotters», pero consideró que el debate sobre el estado de la nación «no era el lugar más indicado» para reclamar la celebración de su cuarto centenario.

Pese a que el debate sobre la Nación es un examen al Ejecutivo, todas las miradas estaban centradas en Zapatero. El líder de IU, Gaspar Llamazares lamentó que el cara a cara entre Aznar y el líder socialista fuera «de guante blanco». El portavoz del PNV Iñaki Anasagasti coincidió en la valoración. CiU destacó el discurso de Zapatero, pero que, «entre la bronca y que si Quijote arriba, Quijote abajo, pensé que estaba a punto de perder los papeles.