Las fuerzas policiales cargaron con contundencia contra los manifestantes en la plaza Catalunya de Barcelona.

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Una pancarta con el lema «Otro mundo es posible» abrió la marcha, que se desarrolló con un tono festivo y lúdico desde los Jardinets de Gracia hasta la Plaza de Catalunya. La manifestación transcurrió en medio de un ambiente lúdico, estival y dominical, amenizada por zancudos, muñecos, un 'ninot' que alegorizaba sobre el euro o una gigantesca bola del mundo.

Abría la marcha una pancarta con el lema «Otro mundo es posible», que portaban representantes de las 300 entidades convocantes y de otros colectivos que protestaban por sus propias causas: trabajadores de Sintel y de Miniwatt, los inmigrantes que estuvieron encerrados en iglesias barcelonesas, de la plataforma contra el PHN, de sindicatos educativos en favor de la enseñanza pública y grupos de apoyo al pueblo mapuche y a los zapatistas.

Al finalizar la manifestación, un reducido grupo de incontrolados increpó y se enfrentó durante más de dos horas a los efectivos policiales, que contestó cargando con porras y disparando balas de goma y efectuando 22 detenciones. Según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, los incidentes acaecidos tras la manifestación, cuando un grupo de participantes se enfrentó con la policía en la Plaza de Catalunya, se saldó con 22 detenidos.

Asimismo, durante el recorrido de la manifestación por el Paseo de Gracia, un grupo de diez encapuchados ocasionó «cuantiosos daños», con rotura de lunas de numerosos comercios y sedes bancarias, pintadas y destrozos en cabinas telefónicas, así como lanzamiento de objetos contra la policía y de piedras y artilugios pirotécnicos contra diversos establecimientos. Como consecuencia de los enfrentamientos, 32 personas resultaron heridas por contusiones en los enfrentamientos con la policía, 17 de las cuales fueron atendidas en los hospitales Perecamps y Clínico.