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El Gobierno aseguró ayer que es imposible que se compense a las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE por las pérdidas que les haya podido ocasionar el rechazo del modelo de financiación autonómica todavía vigente. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, condicionó el pago de la deuda a estas autonomías "Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía" a que estas entren en el mismo para hacer la liquidación definitiva del último quinquenio.

Montoro, presidió una delegación del Gobierno que se reunió con otra del PSOE para tratar sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que entrará en vigor a partir del próximo año. A la salida de la reunión, Montoro y el secretario de Economía de los socialistas, Jordi Sevilla, coincidieron en que habían acercado posturas y que el acuerdo es posible, pero mantienen discrepancias sobre la liquidación de las autonomías que no aceptaron el sistema, la cesión del IRPF o los puntos de partida del nuevo sistema de financiación.

Sevilla dijo que hay «suficientes puntos» para seguir hablando, aunque quedan pendiente «muchas aclaraciones» sobre las propuestas del Gobierno, de quien dijo que hablaba «más de literatura que de matemáticas». Entre las discrepancias importantes, «pero no insuperables», Sevilla se refirió a la cesión del 30 por ciento del IRPF, como en el actual sistema, y al tipo único autonómico que proponen los socialistas, al que el Gobierno ve «inconvenientes» que Montoro no precisó.

Respecto a los puntos de partida del nuevo modelo, ambas partes están de acuerdo en que el «año base» sea 2001, pero ni Gobierno ni oposición quisieron adelantar qué cantidad de recursos costaría la puesta en marcha del nuevo modelo, ya que se está liquidando el ejercicio de 1999 y habría que esperar algunos años para conocer la de éste. Sin embargo, hay prácticamente acuerdo en aumentar la corresponsabilidad fiscal de las autonomías y cederles los impuestos indirectos y parte del IVA.