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Los agentes sociales deben acometer una profunda reforma de la negociación colectiva, para dotar al sistema de una mayor flexibilidad y garantizar la moderación salarial, evitando que la desaceleración que sufre la economía española se traduzca en una «fuerte pérdida» en el ritmo de creación de empleo. Esta es la recomendación realizada en el 'Informe anual de 2000' del Banco de España, presentado ayer por el gobernador, Jaime Caruana, al Consejo de Gobierno de la entidad.

El gobernador recomienda que dejen de vincularse los salarios al IPC y que se supriman las cláusulas de revisión de los convenios y asegura que la economía española puede seguir creciendo a un ritmo en torno al 3 por ciento en los próximos años, si el Gobierno acelera las reformas estructurales necesarias para aumentar la competencia.

El Banco de España considera «imprescindible superar los modelos de indiciación» de rentas con la inflación y aconseja que el incremento de la productividad sea el elemento principal en la revisión de los salarios. Para ello, apuesta por revisar el actual sistema de negociación colectiva dándole la «flexibilidad suficiente» para tener en cuenta las características de cada empresa, en función de la demanda o de las ganancias de productividad generadas por el desarrollo tecnológico. La autoridad monetaria recuerda que la falta de flexibilidad salarial ha provocado que en las épocas de menor crecimiento económico, el ajuste del mercado de trabajo recayera «de forma excesiva» sobre el empleo, sobre todo el temporal. Para evitar que se repitan estos episodios, propone que se eliminen los aspectos que desincentivan la adopción de nuevos convenios y que se revisen las regulaciones sobre la estructura salarial, «con el fin de dar más peso al componente variable de los salarios».

Todas estas medidas permitirían, según el Banco de España, reducir las diferencias existentes entre las tasas de desempleo regionales y favorecer un ajuste más rápido de la oferta de trabajo a las demandas de empleo existentes, contribuyendo también a la moderación salarial. Además defiende que se eliminen las cláusulas de revisión salarial de los convenios, generalizadas en el pasado en un entorno de inflación elevada.