Felipe González, Joaquín Almunia y Jesús Caldera, al inicio de la reunión del comité federal del PSOE.

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El secretario general del PSOE, no obstante, puso tres condiciones para que esto suceda: que el PNV no acepte los votos de EH para gobernar, que anule las instituciones «paralelas» que, como Udalbiltza, surgieron al calor del Pacto de Lizarra, y que la mesa de partidos que se cree no supedite ningún acuerdo a la vinculación del fin de la violencia con la modificación del marco legal vigente.

En este sentido, Zapatero recordó que el «contexto claro» que expuso con sus tres condiciones está recogido en el preámbulo del pacto suscrito con el PP, en el que se insta al PNV a abandonar Lizarra como condición para alcanzar cualquier tipo de acuerdo político con este partido. Así, el líder del PSOE reiteró que confía en la palabra del lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, quien se ha comprometido a no gobernar con el apoyo de EH, pero quiso dejar claro que los pasos que el PNV «ha empezado a dar en una buena dirección» tras los comicios deben concluir con su salida definitiva de los objetivos trazados en el acuerdo de Lizarra. «El PSOE quiere ver al PNV rectificando, pero sin hacerle pasar por un trágala».

En este sentido, advirtió a los peneuvistas de que las «instituciones paralelas» derivadas de ese pacto no pueden tener «ninguna virtualidad» a partir de ahora. Asimismo, coincidiendo con el presidente del Gobierno, José María Aznar, destacó que en el diálogo entre demócratas que está a punto de iniciarse no puede contemplarse la modificación del marco vigente, es decir, la autodeterminación. «Cualquier mesa de diálogo no puede tener dentro de la agenda ningún aspecto que suponga de manera directa o indirecta que el fin de la violencia esté condicionado por la modificación de ninguna situación política», subrayó, en referencia al respeto al marco constitucional y estatutario.

Zapatero comenzó su intervención transmitiendo, en nombre de la Ejecutiva y el Comité Federal, todo su «respaldo, aprecio, y apoyo» a sus compañeros del PSE-EE, para que continúen su tarea «en defensa de las ideas de la libertad, la izquierda y el progreso» para Euskadi. También envió un mensaje de apoyo al líder del PSOE en Euskadi, Nicolás Redondo Terreros. Además, insistió en calificar de «aceptable» los resultados obtenidos por el PSE-EE y recordó que, pese a haber perdido un escaño, ha experimentado un «ligerísimo» incremento de votos, todo ello en un contexto «realmente complicado» y de fuerte «polarización» entre PP y PNV.