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La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos aprobó ayer la modificación del sistema de tarifas de Telefónica, de forma que los precios de telefonía fija tendrán que bajar en conjunto un 15 por ciento en los próximos tres años, mientras que la cuota de abono podrá subir hasta las 2.100 pesetas.

El secretario general de Política Económica y Defensa de la Competencia, Luis de Guindos, informó ayer de este acuerdo y añadió que el marco que regula los precios de Telefónica (el denominado «price cap») se prolongará hasta el 2003, con lo que las tarifas de la operadora bajarán este año un 7 por ciento en conjunto, el que viene, un 6 por ciento, y el próximo, un 2 por ciento. Al mismo tiempo, se permitirá que Telefónica suba la cuota mensual que cobra a sus abonados hasta las 1.742 el próximo agosto, 1.942 el año que viene y 2.100 en el 2003.

Por lo que se refiere a la evolución de las tarifas, además de las reglas generales, se establecen algunas salvaguardas como la exigencia de que el precio de las llamadas metropolitanas no podrá subir durante el periodo de vigencia del «price cap». Otra es que los precios de las llamadas provinciales, interprovinciales e internacionales no podrán reducirse antes del 2003 más de un 55 por ciento.

De Guindos explicó que otra condición es que durante el 2003 el precio de las llamadas de fijo a móvil no podrá subir, al tiempo que Telefónica deberá trasladar a los usuarios finales cualquier rebaja de las tarifas de interconexión que otras operadoras de telefonía móvil le apliquen. Por lo que respecta a esa clase de llamadas durante este año y el siguiente, no ha habido ninguna modificación, por lo que deberán bajar en 2001 un 13 por ciento y en el año 2002 el mismo porcentaje. La última salvaguarda, explicó el secretario general, establece que las llamadas desde las cabinas telefónicas podrán exceder como máximo el 35 por ciento del precio de las del mismo tipo realizadas desde una línea de abonado.

De Guindos aclaró que Telefónica deberá notificar a la Administración cualquier variación de los precios sometidos al «price cap», para que ésta evalúe y decida si la aprueba. Este proceso también se deberá seguir con los planes de descuento que presente la operadora y que superen el 15 por ciento de las tarifas oficiales en las llamadas provinciales, interprovinciales e internacionales. Sin embargo, los planes de descuentos o bonos que modifiquen las tarifas oficiales en menos de un 15 por ciento no necesitarán ser aprobadas por la Administración central, con lo que la compañía de telecomunicaciones se podrá limitar simplemente a notificarlos a sus abonados.