TW
0

El PNV volvería a ganar las elecciones en el País Vasco e incrementaría sus votos, como también lo harán PP y PSOE, según los datos del barómetro del CIS sobre Euskadi, que refleja una caída del sentimiento nacionalista y una apuesta mayoritaria por el marco autonómico. Estas son las principales conclusiones del sondeo que presentaron ayer en el Congreso el ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández, quien advirtió de que los resultados de estimación de voto deben tomarse con «la debida reserva», dado el alto porcentaje de personas que han preferido no contestar a esa pregunta.

Según el CIS, el 31'3 por ciento de los vascos votará al PNV en las próximas elecciones (un 3'7 por ciento más que en 1998), lo que se traduciría en 22-24 escaños para este partido (21 en la actualidad). PP y PSE-PSOE también aumentan su respaldo electoral y, así, el PP lograría un 21'6 por ciento de los votos (19'9 en 1998) y los socialistas un 18'4 por ciento (17'3 por ciento en los últimos comicios).

El PP lograría 18-20 escaños y sería la fuerza política que más aumentaría su representación en el Parlamento, en el que en la actualidad cuenta con 16 escaños, mientras que el PSE-PSOE podría mantener sus actuales 14 e incluso ganar uno.

EH-HB retrocede hasta el cuarto lugar, con un 14'4 por ciento de los votos y 10-11 escaños, lo que supone una pérdida de 3'5 por ciento de votos y entre 3 y 4 escaños. También pierden votos y escaños Eusko Alkartasuna y Unidad Alavesa, partidos que concurrirán a los próximos comicios en sendas coaliciones electorales con PNV y PP, respectivamente. EA obtendría un 7 por ciento de los votos y 5 escaños (8'6 por ciento y 6 escaños en 1998), mientras que UA lograría un 0'7 por ciento de los votos y 1 escaños (1'2 y 2 escaños en las últimas elecciones). IU-EB, pese a perder votos y pasar del 5'6 por ciento que obtuvo en 1998 al 4'5 por ciento, podría mantener sus dos escaños e incluso subir uno.

El 58'8 por ciento de los vascos se declara partidario de que Euskadi siga formando parte del Estado como comunidad autónoma, con las mismas o mayores competencias, frente al 24'7 por ciento que prefiere poder ejercer el derecho de autodeterminación para optar a la independencia.