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Partidos políticos, sindicatos de periodistas y colectivos pacifistas condenaron ayer el ataque perpetrado contra el diario «El Correo» en Bilbao y trasladaron a los trabajadores del rotativo su apoyo y solidaridad. La coincidencia fue unánime: la acción es un ataque a la libertad de expresión. El ataque, que se produjo sobre las 22.35 horas del sábado con unos 18 artefactos explosivos, al parecer «cócteles molotov», no provocó daños personales.

Fuentes de la Ertzaintza refirieron que los explosivos se estrellaron contra unos ventanales que dan a la redacción del periódico, en la que en esos momentos se encontraban trabajando unas 40 personas del diario, sin que ninguna de ellas resultara herida. Los explosivos fueron arrojados contra los ventanales y algunos de ellos exploraron contra las ventanas y los toldos que hay en ellas y que, al incendiase, provocaron varios focos de fuegos.

Fueron los propios trabajadores de la redacción y de los servicios de seguridad de «El Correo» los que, en un primer momento, tuvieron que sofocar las llamas que prendieron en los toldos, con los extintores que había dentro de las instalaciones del periódico. Todo indica que los explosivos tuvieron que ser impulsados por algún mecanismo que sirviera de «cohete» para que pudieran acceder hasta esa zona, que está a una altura equivalente aproximadamente a un segundo piso.