Méndez explicó ayer en Barcelona a miles de delegados de UGT la negociación de la reforma laboral.

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Tras el fracaso de las negociaciones para la reforma laboral, el Consejo de Ministros aprobará hoy, en su reunión habitual de todos los viernes, un conjunto normativo para modificar la actual regulación del mercado laboral. Así lo anunció ayer por la mañana el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien afirmó que «de no alcanzarse un acuerdo durante el día de hoy (ayer), el Consejo de Ministros aprobará mañana (hoy) un paquete normativo de reforma laboral» porque el Ejecutivo «no va a rehuir» su responsabilidad.

Al término de la reunión anoche, CEOE y CEPYME difundieron un comunicado en el que aseguraron que las negociaciones han quedado rotas por la «posición inamovible» de las centrales sindicales. Acusaron a los sindicatos de continuar «sin responder a las necesidades que exige una reforma que recoja las expectativas de creación de empleo estable demandadas por la sociedad española». La nota de los empresarios, que consta de cuatro puntos, añadía que resulta incomprensible desde todos los puntos de vista la postura de los sindicatos, cuando la anterior reforma laboral (de 1997) ha dado como resultado la creación de más de 2'5 millones de empleos netos, de los que más del ochenta por ciento son indefinidos.

Por su parte, El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, culpó anoche a la CEOE del fracaso en la negociación de la reforma laboral, mientras que su colega de UGT, Cándido Méndez, atribuyó directamente la ruptura a las declaraciones formuladas horas antes por el vicepresidente segundo y el ministro de Trabajo.

Rato y Aparicio habían coincidido por la mañana en afirmar que el Consejo de Ministros aprobaría hoy la reforma laboral y que si los agentes sociales llegaban antes a un acuerdo, sería tenido en cuenta siempre que se ajustara a los objetivos que se había marcado el Gobierno. En una conferencia de prensa conjunta -que en principio debían ofrecer los secretarios de Acción Sindical de ambas centrales-, Fidalgo aseguró anoche que en la negociación con la patronal no se ha escatimado flexibilidad «ni en objetivos ni en contrapartidas», y que después de «tocar todos los palos de la negociación» no había «nada más que ofertar», por lo que «ya no había manera humana de reconducir la negociación».