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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dejó clara ayer su oposición a los recursos de inconstitucionalidad contra la Ley de Extranjería anunciados por el Gobierno de Aragón y por el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, e insistió en la necesidad de llegar a un acuerdo con el Gobierno. En este sentido, tachó de «inmoral» que se pretenda hacer de esta cuestión un elemento de «confrontación» y reclamó que se mantenga fuera de la contienda electoral porque se está hablando «de seres humanos».

Zapatero, que realizó estas declaraciones durante un encuentro con periodistas, explicó que el viernes habló de esta cuestión con el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, cuyo Gobierno ha recibido el mandato del parlamento de su comunidad para que recurra la Ley. Sin embargo, señaló que no ha intercambiado impresiones con el presidente castellano-manchego, José Bono, quien ayer dejó claro que seguirá las directrices de la Ejecutiva del PSOE y no presentará recurso.

El líder del PSOE mostró su deseo de que el pacto de Estado sobre inmigración pueda conseguirse antes de las próximas elecciones generales y, en cualquier caso, explicó que si no es así, «se podrá conseguir en la próxima legislatura con una mayoría distinta». «Yo quiero cambiar la ley con el voto de los ciudadanos», enfatizó.