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La Policía Judicial francesa detuvo ayer, alrededor de las 6.00 horas de la mañana, al presunto etarra Antonio Gabiola, alias «Tonoa», miembro histórico del «comando Madrid» de la banda terrorista. Gabiola fue localizado en su domicilio en la localidad de Arudy, cercana a la estación invernal de Guret, en el Pirineo francés. El terrorista está relacionado, entre otros delitos, con cuatro asesinatos y dos secuestros, uno de ellos el del industrial Emiliano Revilla, cometido por ETA en 1988.

El presunto etarra, que portaba 30.000 francos y documentación falsa a nombre de un ciudadano español en el momento de su detención, fue trasladado esta mañana a las dependencias que la División Nacional Antiterrorista francesa tiene en la localidad de Pau, junto a su mujer, María Victoria Fernández, quien se encontraba en la casa con su hijo de cinco años cuando se produjo la operación. La policía francesa registró la casa alquilada donde reside la pareja, aunque no desveló el resultado de las investigaciones. La operación, que se efectuó de forma conjunta entre la policía francesa y la Guardia Civil, coordinada con los Servicios de Inteligencia, comenzó el pasado 20 de enero, cuando las fuerzas de seguridad del país vecino detectaron en la frontera un vehículo con matrícula española que pertenecía a una persona relacionada con el entorno familiar del presunto etarra.

Tras constatar que el coche no cruzó la frontera de vuelta a España, la policía francesa localizó el vehículo en la localidad gala de Bilheres. Los servicios de información franceses y la Guardia Civil comenzaron a trabajar conjuntamente hasta situar el paradero de Gabiola.

Según fuentes pgliciales, Gabiola efectuaba en los últimos tiempos tareas de enlace de la banda terrorista entre España y Francia. El terrorista nació en Lekeitio (Vizcaya) el 28 de diciembre de 1956, y en 1979, a los 23 años, pasó a formar parte de un comando 'legal' de ETA, con el que participó en el secuestro del director del Banco de Bilbao y en el posterior atraco de la entidad, donde los terroristas lograron un botín de 5 millones de pesetas. También se le responsabiliza del atentado contra el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Vizcaya, José María Lecea, y en el intento de asesinato de un empresario en Tolosa.