ETA quería hacer volar una garita de la Guardia Civil en el Puerto de Pasajes y asesinar a sus ocupantes.

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OTR/PRESS - MADRID/SAN SEBASTIÀN Una garita de la Guardia Civil en Lezo (Guipúzcoa) fue el objetivo elegido por la banda terrorista ETA para atentar ayer. Eran cerca de las seis de la mañana cuando los agentes de este cuerpo que realizaban el relevo detectaron el cambio de ubicación de una papelera próxima a la garita del Instituto Armado, en el Puerto de Pasajes. Por precaución se dirigieron hacia su coche blindado, evitando que cinco minutos después la explosión del artefacto compuesto por un kilo de explosivos les afectara.

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, reveló que los agentes que se disponían a efectuar el relevo en la garita, situada en la entrada del municipio de Lezo, detectaron el cambio de emplazamiento de una papelera, lo que despertó sus sospechas. Por ello, adoptaron la precaución de regresar al vehículo blindado en el que se habían trasladado, momento en el que explotó el artefacto.

El responsable de la Benemérita señaló que, al observar el cambio de ubicación, los guardias civiles decidieron adoptar una serie de medidas, entre otras, la de introducirse en el vehículo poco antes de que explotara la bomba. La potencia del artefacto, compuesto aproximadamente por un kilo de explosivos, fue capaz de desplazar a un metro de distancia la garita, cuyo peso es de unas diez toneladas, y que resultó seriamente dañada.