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El juez Baltasar Garzón ha planteado por qué el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, ha solicitado diferente trato para el magnate ruso de la comunicación Vladimir Gusinski, al oponerse a su libertad vigilada, cuando en casos «de tanta gravedad como el de Pinochet» pidió la libertad. El magistrado de la Audiencia Nacional formula esta pregunta en un auto en el que no admite a trámite el recurso del fiscal contra el que dictó el pasado día 22, en el que dejó en libertad vigilada bajo fianza de mil millones de pesetas a Vladimir Gusinski, detenido el pasado día 12 en la urbanización Sotogrande de San Roque (Cádiz) y reclamado por Rusia por supuesta estafa.

Garzón cree que «no es de recibo» y dice que no entiende bien «qué pretende el fiscal al afirmar que se ha dispensado trato singular, diferente y distinto a Vladimir Gusinski, porque habría que preguntar por qué ha solicitado diferente trato en otros casos». Añade que «en ningún caso puede aceptarse que el Juzgado esté actuando con deslealtad hacia las autoridades rusas por el hecho de haber acordado la atenuación de la prisión provisional, porque ésta es una medida que sólo corresponde adoptarla a las autoridades judiciales españolas».

Por ello, «no debe el fiscal hacer las afirmaciones tan arriesgadas que hace cuando en otro proceso de extradición de tanta gravedad como el de Augusto Pinochet no sólo aceptó el arresto domiciliario en el que se decidió mantenerlo por las autoridades británicas sino que además recurrió el auto de prisión del mismo solicitando la libertad».

Ello «a pesar de la orden de detención internacional y auto de prisión». Garzón recuerda que en el mismo procedimiento del «caso Pinochet» el fiscal recurrió el auto de prisión de Ricardo Cavallo y en ambos casos se imputan hechos «mucho más graves, genocidio, torturas y terrorismo, que en el caso actual».