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M.G./EFE Las autoridades de Balears y casi un centenar de palmesanos se concentraron en silencio ayer en la plaza del Cort para hacer patente su condena por el atentado de ETA contra el concejal del PP en Viladecavalls, Francisco Cano.

Al acto asistieron, entre otros, el presidente del Parlament, Maximilià Morales, el vicepresidente del Govern, Pere Sampol, la Delegada del Gobierno en Balears, Catalina Cirer, el obispo de Mallorca, Teodoro Ubeda y el alcalde de Palma, Joan Fageda. Por primera vez pudo verse en la plaza una pancarta del Comité de Solidaridad Illes Balears con Euskal Herria que rezaba «Diàleg sense excepcions. Ja!».

Sampol aseguró que la banda terrorista «ha asesinado a una persona sencilla, del pueblo» y solicitó a todos los partidos que se abstengan de realizar «valoraciones políticas que puedan significar acusaciones entre unas y otras formaciones». El obispo de Mallorca reiteró su condena más enérgica y pidió a todos los creyentes que renueven sus plegarias porque finalice la lacra del terrorismo. Estudiantes y profesores de la UIB y sus extensiones de Menorca, Eivissa y Formentera, también guardaron ayer un minuto de silencio.