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Un día después de que el Gobierno francés anunciara «decenas de casos humanos» del mal de las 'vacas locas' en su territorio, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación español, Miguel Arias Cañete, ha anunciado el cierre cautelar de todas las fronteras al vacuno de reproducción de Francia e Irlanda. El ministro hace un llamamiento a la calma de los consumidores, explicando que en España, desde 1994, se prohibe alimentar a los animales con harinas de rumiantes, la vía por la que se transmite la enfermedad, y se controla el vacuno importado. Las empresas de carne aseguran que los controles sanitarios en España son eficientes.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha comunicado a la Comisión Europea y a los gobiernos de Francia e Irlanda el cierre cautelar de sus fronteras a la importación de reses de vacuno destinadas a la reproducción, procedentes de dichos países, ante la situación de la encefalopatía espongiforme bobina (EEB). Igualmente, se prohibe la entrada de animales con destino a sacrificio con más de 20 meses de edad.

La decisión se refiere a los animales reproductores, ya que los terneros para carne se sacrifican a una edad (10-12 meses) a la que no han podido incubar la enfermedad, cosa que los estudios científicos demuestran que no ocurre antes de los 20-24 meses. Esta prohibición se une a la actualmente vigente, referida a los animales procedentes de Reino Unido, Portugal y Suiza.

El departamento que encabeza Miguel Arias Cañete afirma que esta medida es complementaria a la «continua e intensa vigilancia que los servicios veterinarios de la Administración central y de las comunidades autónomas mantienen sobre toda la cabaña ganadera y que garantiza, aún más la perfecta salubridad de toda la carne de vacuno que se consume en España».