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La Policía Nacional desactivó ayer un artefacto explosivo colocado en el vehículo particular del subteniente del Ejército del Aire Fabián Albalat Bernabé, que estaba aparcado en la calle Urbión de Sevilla. El propio subteniente fue quien descubrió el explosivo, tras notar que una de las cerraduras del coche había sido forzada. Se trata del tercer atentado fallido de ETA en Sevilla desde el sábado, todos ellos contra militares.

Fabián Albalat, nacido en Palma pero que llevaba residiendo en Granada bastantes años, sospechó de la presencia de un explosivo en su vehículo cuando comprobó que la puerta del copiloto de su vehículo, un Citroen BX, había sido forzada. El coche estaba aparcado en la calle Urbión de Sevilla, en las inmediaciones del domicilio del militar.

Inmediatamente, inspeccionó el interior del vehículo, descubriendo una fiambrera debajo del asiento del conductor. Efectivos del grupo de Técnicos en Desactivación de Explosivos (Tedax), desalojaron varias viviendas y retiraron algunos vehículos aparcados junto al del militar. Por medio de un robot extrajeron la bomba del coche, y lograron desactivarlo sin necesidad de recurrir a una explosión controlada.

El subteniente del Ejército del Aire casado y con dos hijas, estaba destinado en la base de helicópteros de «El Copero», en la que ejerce la labor de ayudante del coronel del acuartelamiento. Su vivienda está en una zona muy próxima a las residencias de los otros dos militares contra los que intentó atentar ETA el sábado.