La economía española creció en el segundo trimestre del presente
año un 4'2% respecto al mismo periodo del año anterior, según el
Banco de España, acentuando, «aunque sólo sea ligeramente, el
dinamismo con el que se inició el ejercicio».
El instituto emisor advierte que el principal riesgo que podría
yugular este proceso sería un incremento de la inflación y detecta
un incremento del diferencial de los precios industriales con la
media comunitaria, lo que anticiparía tensiones a medio plazo. Las
medidas liberalizadoras pueden aumentar el potencial de
crecimiento, asegura la autoridad monetaria, aunque cree que
transcurrirá «algún tiempo» hasta que demuestren plenamente su
efectividad, porque sigue habiendo barreras en algunos
sectores.
El ´Boletín Económico´ del Banco de España correspondiente a
julio y agosto basa su estimación de incremento del PIB en un 4'2%
entre abril y junio en el aumento de la demanda, cuya tasa creció
también por encima del primer trimestre, aproximandose al 4'5%.
Además, el informe no espera «cambios relevantes en la aportación
negativa de la demanda exterior neta al crecimiento del producto»,
que volvería a situarse en torno a 0'3 puntos en el segundo
trimestre sobre el mismo perido de 1999. El instituto emisor
advierte que el principal reto al que se enfrenta la economía
española en la actualidad es prolongar su etapa expansiva, que se
encuentra ya en su cuarto año consecutivo, de forma que continúe el
proceso de convergencia real con la media comunitaria. Para que
esto sea posible recomienda preservar la estabilidad macroeconómica
alcanzada y mejorar la competitividad.
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