Los tres candidatos José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez
mostraron ayer su disposición a apoyar al nuevo secretario general
del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y a su Ejecutiva, que éste
deberá presentar hoy ante el plenario.
José Bono reconoció su derrota y ofreció a Zapatero, a quien
felicitó «muy sinceramente», su apoyo leal como militante. «Lo han
hecho bien y cuando se gana hay que reconocerlo», dijo Bono, quien
agradeció los 405 votos. El presidente de Castilla-La Mancha pidió
a los delegados de su federación que apoyen «sin fisuras» la
ejecutiva que elabore el nuevo secretario general en la votación de
hoy para que obtenga el mayor respaldo posible y «no dar más
satisfacciones al PP».
Matilde Fernández reconoció el fracaso de su candidatura y se
mostró convencida de que cuando llegó al 35 Congreso «tenía muchos
más votos». «Siento que he perdido», se lamentó la candidata del
sector «guerrista» en declaraciones y consideró que quizás los
delegados del Congreso «han decidido ir a un voto útil al
producirse una polarización entre dos tipos de renovación».
Consideró que el resultado de la votación «obliga» al vencedor a
diseñar una Comisión Ejecutiva de integración y a «sumar al máximo»
y aseguró que ha sido un error descartar la segunda vuelta para la
elección del secretario general.
La candidata que menos votos obtuvo en el cónclave socialista
(un total de 65), Rosa Díez, deseó que Rodríguez Zapatero «lidere
el proyecto del cambio» y afirmó que «siempre me encontrará en el
camino, además de comprometida con ese cambio». Manifestó que desde
su candidatura se ha hecho un trabajo «muy bueno» para el partido y
agregó que, al margen del resultado, este Congreso «va a marcar un
antes y un después». Según opinó, el proyecto «del cambio» es ya el
de «todos los progresistas», y añadió que «si el resultado (del
Congreso) ha sido bueno para el partido, también lo es para Rosa
Díez».
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