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Madrid vivió ayer la protesta de miles de personas por los recientes atentados de la banda terrorista ETA, bajo el lema «Madrid por la paz y la libertad. Terrorismo no». El manifiesto, tras el cual se guardaron cinco minutos de silencio, fue consensuado por partidos políticos y sindicatos, lo leyó el alcalde popular de la madrileña localidad de Villanueva de la Cañada, Luis Partida, que reprochó al PNV su ambigüedad y reclamó la unidad de los demócratas como el único medio de acabar con la violencia terrorista.

Miles de madrileños se acercaron a la Puerta del Sol para mostrar su rechazo a los recientes atentados terroristas: el asesinato del concejal popular José María Martín Carpena en Málaga; la explosión de sendos coches bomba en la capital de España y en el municipio soriano de Agreda; y el intento de atentado de ayer contra el diputado socialista José Asenjo, también en Málaga.

A la concentración acudieron representantes de todas las fuerzas políticas y sindicales. El Gobierno estuvo representado por el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, y el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio. El texto, muy crítico con el PNV, lamenta que no se haya posicionado con claridad frente a ETA. Los concentrados pidieron una reflexión, «no sólo a los directos responsables de los crímenes, sino también, y quizás sobre todo, a aquellos que, por comprenderles y coincidir con ellos en los fines, acaban aceptando, de hecho, sus sangrientos medios y sus injustificables métodos».