Benegas, que confirmó en rueda de prensa el intento de atentado, afirmó que su pensamiento, «más allá de lo que me pueda ocurrir a mí, está con todas las víctimas de ETA».

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El diputado socialista José María Benegas confirmó ayer en rueda de prensa, que la información divulgada por una emisora de radio respecto a que sufrió un intento de atentado por parte de ETA el pasado lunes son ciertas, pero consideró una imprudencia su difusión. El incidente ocurrió el pasado lunes, al día siguiente del asesinato en Andoain (Guipúzcoa) de José Luis López de Lacalle, uno de los fundadores del Foro de Ermua y colaborador del diario El Mundo.

Fuentes policiales indicaron que un individuo se acercó por detrás al diputado socialista cuando, en compañía de su escolta, esperaba un coche junto al portal de su domicilio en San Sebastián. El escolta se percató de la presencia de un individuo que estaba enfrente de la vivienda y, posteriormente, de otro que se encontraba merodeando por la zona, el cual se acercó por detrás a Benegas en la calle. Entonces, el escolta, para no abandonar a Benegas, procedió a enseñar su pistola al individuo, que se marchó del lugar.

Tras el incidente, el escolta, miembro de la Policía Nacional, se dirigió a la Comisaría, donde se le enseñaron algunas fotografías y en una de ellas, correspondiente a la de un presunto etarra, apreció un cierto parecido con el sospechoso. Sin embargo, el director general de la Policía, Juan Cotino, indicó que «no se ha identificado a nadie en concreto» en relación con los posibles seguimientos al dirigente socialista vasco y aclaró que los escoltas no vieron nada que hiciera suponer que estaban preparando una acción terrorista.

Cotino precisó que «no se puede negar que hubiera una persona sospechosa en la zona y que los escoltas la hayan detectado». «Para eso están los escoltas», explicó. No obstante, aclaró que «normalmente los escoltas, y más en lugares como pueda ser San Sebastián, consultan el archivo de fotografías porque pueden estar viendo en la calle gente que les pueda dar alguna muestra de sospecha». Esta práctica, añadió, se realiza «habitualmente» por los escoltas «tanto en San Sebastián como en otros puntos de España».

En cuanto al caso concreto de Benegas, explicó que «los escoltas estuvieron viendo fotografías, en la brigada de información correspondiente, por si había alguna persona que pudiera parecerse, o ser, o conocerse». Pero hasta el momento, puntualizó que «no se ha identificado a nadie en concreto». Según dijo, entre los que aparecen en el archivo les pareció que podía ser alguien, pero luego se desechó esta posibilidad porque los datos no eran coincidentes. añadió que no hubo «ninguna actuación por parte del presunto sospechoso que hiciera pensar que estaban preparando un hecho». «Tampoco hay una sospecha clara de eso».