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El portavoz de la Comisión Política del PSOE, Máximo Díaz Cano, criticó ayer que el ex vicepresidente primero del Gobierno, Franscisco Àlvarez Cascos, haya arremetido contra otras personas «para camuflar su propia caída en el Ejecutivo».

Cascos dijo el viernes en el acto de despedida de Moncloa como vicepresidente primero que era el primer vicepresidente de la democracia que no salía por la puerta de atrás.

El dirigente socialista le replicó que la «persona que necesita para camuflar su caída, arremeter contra todos los antecesores, es definitorio de esa persona. Añadió que es «mezquino y penoso» y que hay otros procedimientos para restablecer la vanidad o la imagen, «todos, menos arremeter sin sentido contra los antecesores».

El senador socialista por Zaragoza y ex ministro del Justicia, Juan Alberto Belloch, aseguró por su parte que «no es cierto en términos históricos» que Francisco Àlvarez Cascos sea el primer vicepresidente que no sale por la puerta de atrás.

«Más bien al contrario», precisó Belloch, quien explicó que «Narcís Serra y Cascos son los únicos que salieron por la puerta trasera». El senador por Zaragoza recordó que sí hubo un vicepresidente que «salió por la puerta grande, el general Gutiérrez Mellado» y quizá fue «el último héroe».

Añadió que «también Abril Martorell salió bien librado, al igual que Enrique Fuentes Quintana». Para Belloch, «desde el punto de vista de la dignidad política es incomprensible que después de ser vicepresidente, Cascos haya aceptado un ministerio». Aclaró que, quitando Italia, en el resto de Europa «nadie continúa cuando se disminuye el área de su responsabilidad, no es una salida especialmente digna».