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Las defensas de los siete acusados en el «caso PSV» y de los presuntos responsables civiles "UGT e IGS" solicitaron ayer, en la primera sesión de la vista oral, la nulidad del proceso por entender que en la instrucción se vulneraron algunos derechos fundamentales.

El juicio por el caso de la cooperativa de viviendas promovida por UGT, PSV, comenzó ayer en la Audiencia Nacional, después de que en diciembre de 1993 la promotora presentara suspensión de pagos para evitar la quiebra, operación que afectó a más 19.135 socios que habían aportado dinero para la construcción de inmuebles a precios asequibles. Los acusados son Carlos Sotos, Paulino Barrabés, Sebastián Reyna, Fermín Bretón, Francisco Hernández, Jesús Aina y Primitivo Alvaro, para quienes las acusaciones piden una condena de ocho años y dos meses de prisión para cada uno y una indemnización de 18.587 millones de pesetas, por los delitos de malversación de fondos y apropiación indebida. A lo largo de la sesión, las acusaciones pidieron que se considere al Estado responsable civil subsidiario por no haber inspeccionado la cooperativa antes de la suspensión de pagos, «como era su obligación».