Los tres partidos nacionalistas firmantes de la Declaración de
Barcelona, PNV, CiU y BNG, se reunieron ayer en la Ciudad Condal y
pidieron al PP que no utilice la mayoría absoluta que consiguió en
las pasadas elecciones generales para ir contra Catalunya, Euskadi
y Galicia, algo a lo que los tres partidos se opondrán «como un
solo hombre». Esta es la sexta reunión de las direcciones políticas
de los partidos que firmaron el Pacto de Barcelona, encabezadas por
Xabier Arzalluz (PNV), Pere Esteve (CDC), Josep Antoni Duran i
Lleida (UDC) y Xosé Manuel Beiras (BNG). El objetivo de la reunión,
que se produjo un día después de que PP y CiU abrieran las
conversaciones para futuras colaboraciones, era abordar la nueva
situación política tras las elecciones del 12-M.
Las tres fuerzas nacionalistas reforzaron y reafirmaron la
vigencia de la Declaración, y el compromiso adquirido de impulsar
conjuntamente el reconocimiento plurinacional del Estado. El
documento aprobado ayer afirma que «la mayoría absoluta del PP y el
descenso electoral del PSOE e IU no pueden ser un obstáculo para
que el Estado español progrese en el reconocimiento, en la defensa
y en el desarrollo de la pluralidad nacional, cultural y
lingüística». Además, y para visualizar su compromiso ante todo el
Estado, se acordó la celebración en el mes de abril y en Madrid de
una reunión conjunta de los 50 parlamentarios con los que cuentan
estas formaciones en el Congreso, el Senado y el Parlamento
Europeo.
A pesar de su compromiso de unidad, los tres partidos acordaron
darse libertad de actuación en sus posibles colaboraciones con el
Gobierno del PP, algo que «no es incompatible» con la permanencia
en la Declaración de Barcelona.
Los líderes de las formaciones nacionalistas, que comparecieron
en rueda de prensa conjunta, advirtieron sobre el posible riesgo de
la mayoría absoluta del PP. Xabier Arzalluz fue el más duro en su
advertencia, ya que aseguró que «este caballero (Aznar) tiene
mayoría absoluta y, por lo tanto, podrá ejercer como un rodillo,
podrá meter su plan de humanidades, pero en esos temas estaremos
como un solo hombre en contra».
Arzalluz advirtió que su labor de oposición va ir muy lejos, ya
que no somos el poder en Madrid». «Lo que pasa es que si el poder
en Madrid olvida que hay otros poderes, por ejemplo en Catalunya y
Euskadi, tampoco le va a ir bien», advirtió. «La oposición no sólo
la vamos a hacer en Madrid, sino que la vamos a hacer también en
los niveles de poder que ostentamos». Según el líder del PNV,
existe «un conflicto directo» con la formulación de que «España es
una nación plural», en palabras de José María Aznar, porque «cada
uno de nuestros pueblos es una nación». Por su parte, Duran i
Lleida aseguró que los tres partidos mantienen una posición común
en el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y que para
conseguir este fin actuarán «como un solo hombre y como una sola
mujer», y recordó que estos partidos y otras comunidades autónomas
ya ejercieron una fuerte oposición en la pasada legislatura con
respecto al decreto de Humanidades.
El líder de Unió aseguró que los partidos de la Declaración de
Barcelona «no somos un frente contra nadie. Ni en el pasado, ni el
presente, ni en el futuro». Sin embargo, dijo que el PP «no puede
marginar ni olvidar lo que nuestros tres pueblos han expresado en
las urnas».
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