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Los hijos de Fernando Buesa, asesinado el martes en Vitoria, aseguraron ayer no sentir «odio ni rencor», pidieron que no se utilice su dolor y se dirigieron a los políticos para pedirles «que nos representen, que nos defiendan y que nos ayuden a construir una sociedad libre donde no quepa el miedo». Sara, Marta y Carlos Buesa Rodríguez, los tres hijos del dirigente socialista muerto en atentado terrorista junto con su escolta, Jorge Díez, aparecieron ante los medios de comunicación para agradecer públicamente las muestras de solidaridad y de apoyo que han recibido por parte de la sociedad.

En una sala de prensa abarrotada de periodistas y de cámaras de televisión, una de las hijas del parlamentario muerto, Marta, leyó un breve comunicado mostrando, en nombre de sus hermanos, su «más sincero agradecimiento» a aquéllos que «han salido a la calle, y les han mostrado su apoyo y cariño». Con porte sereno, aseguró no querer «compasión», «ni que se utilice nuestro dolor, y como ciudadanos de este pueblo, exigimos a nuestros representantes que nos representen, que nos defiendan y que nos ayuden a construir una sociedad libre, donde no quepa el miedo».

«No sentimos odio, ni rencor, ni mucho menos resignación. Sólo tenemos una profunda tristeza y un gran vacío por la pérdida de nuestro padre», manifestó. Al lado de sus dos hermanos y arropada por amigos y familiares que acompañaron a los hijos de Buesa en su primera comparecencia pública, Marta Buesa Rodríguez defendió la existencia de la democracia y recordó que «el final del terrorismo es algo que nos interesa a todos y que nos debe unir». «La democracia existe, la llevamos con nosotros, y en nuestras manos está cuidarla y preservarla. En especial en las nuestras, las de los jóvenes, que construimos el futuro», concluyó.