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El Gobierno y los principales partidos políticos consideran que el PNV se ha situado «fuera de la realidad» tras el comunicado hecho público ayer, en el que se acusa al Ejecutivo y al PP de organizar la protesta popular contra el lehendakari que se registró el miércoles al término del funeral por Fernando Buesa. El Gobierno, a través de su portavoz, Josep Piqué, consideró que el PNV sufre «paranoia» y «una enajenación de cualquier sentido de la realidad», y añadió que tras la ruptura del pacto entre PNV y EH en el Parlamento vasco se abre una etapa de inestabilidad y «probablemente será inevitable que tengamos que ir a unas elecciones anticipadas en el País Vasco» si el PNV no cambia de manera de actuar.

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, afirmó también que las acusaciones contra el CESID como autor de eslóganes y actividades de agitación ciudadana en el País Vasco son un «disparate».

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, replicó al PNV que «lo único organizado y programado era el asesinato» de Fernando Buesa y su escolta, y añadió que los responsables son siempre los mismos: los terroristas y quienes «tratan siempre de explicar la razón del asesinato y la sinrazón de las víctimas». El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno reiteró su petición al PNV de que aclare dónde está a los ciudadanos vascos «que ayer lloraban de rabia e indignación» y que explique «si está de nuestro lado o si quiere situarse en una posición de equidistancia».

La eurodiputada vasca del PSOE, Rosa Díez, afirmó que el último comunicado hecho por el PNV es «pura indignidad política y pura bajeza moral». Rosa Díez considera que la reacción del PNV «es un insulto a las decenas de miles de ciudadanos que ayer (el miércoles) salieron a la calle en Vitoria gritando libertad y defendiendo el derecho a la vida». Asimismo, señaló que «es un insulto a toda esa gente de buena fe que mayoritariamente compone el País Vasco».

En esta misma línea se expresó el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien aseguró que la «equidistancia» frente a la violencia es inaceptable, y advirtió de que la «tibieza» o las «medias tintas» contra ETA son «en gran medida cobardía» y que «eso se llama ya complicidad». En declaraciones a RNE, Aznar exigió al PNV que rompa el Pacto de Estella con EH y que extienda la ruptura «a todas las instituciones del País Vasco», y añadió que «algunos» dirigentes nacionalistas están obligados a hacer «un ejercicio de asunción de responsabilidades».