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España debería replantearse la «generosidad» del sistema público de pensiones y poner en marcha una política presupuestaria más restrictiva para asegurar unas perspectivas de crecimiento económico más favorables y evitar un posible «recalentamiento» de la economía como consecuencia de un incremento de los salarios superior al previsto. Estas son las principales recomendaciones y advertencias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que subraya, en su informe anual sobre España, la «buena gestión macroeconómica» y la «fortaleza» de la economía en nuestro país, pese a la desaceleración provocada por la crisis de las economías emergentes.

Sin embargo, la OCDE destaca la necesidad de aplicar a medio plazo «reformas de gran alcance» en el sistema público de pensiones para garantizar su sostenibilidad, y señala que en la renegociación del Pacto de Toledo en este año «debería replantearse la generosidad del sistema, ya que el aumento de las cotizaciones podría perjudicar al empleo.

Considera «especialmente preocupantes» los fuertes incentivos a la jubilación anticipada y apunta como «medida fundamental» una mayor reducción del ritmo al que se generan los derechos de pensión, «a la vez que deberían evitarse incrementos de las pensiones mínimas no contributivas».

Junto a ello, hace hincapié en la necesidad de aplicar una política presupuestaria más restrictiva para evitar una subida de la inflación. También destaca que «unos acuerdos salariales moderados» garantizarían que la evolución de los costes laborales se mantuvieran en línea con los de la UE poniendo a salvo la competitividad, la continuidad del crecimiento del empleo y reduciendo los «riesgos de recalentamiento».

Aunque reconoce que el repunte del IPC en 1999 se debe en gran medida al aumento del petróleo y de los alimentos, responsabiliza también a la «pujante demanda» y a la «baja competencia» en determinados servicios.

Respecto al mercado de trabajo, se muestra satisfecha por los resultados de la reforma laboral, pero subraya que el empleo temporal es todavía muy elevado y ve preocupante la coexistencia de diversos tipos de contratos con diferentes incentivos que, en su opinión, tiende a perpetuar la segmentación del mercado laboral.