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AGENCIAS - LONDRES Acabado el plazo para las alegaciones de las partes contra la predisposición del ministro del Interior, Jack Straw, a liberar al general chileno Augusto Pinochet, la suerte del ex dictador parece echada. A media tarde concluyó el plazo para que las partes contrarias presentaran sus alegaciones al ministro, quien la semana pasada anunció que se «inclinaba» a negar la extradición del general a España por razones de salud.

Tanto el juez Garzón como un grupo de organizaciones humanitarias encabezadas por Amnistía Internacional han presentado sus alegaciones, centradas, sobre todo, en el informe médico sobre el general en el que se ha basado Straw.

Poco antes del mediodía Amnistía Internacional y tres asociaciones que representan a los 3.500 muertos y desaparecidos durante la dictadura depositaron un recurso ante Straw cuestionando su intención de liberar a Pinochet. El recurso argumentaba que el expediente médico en que se basa Straw y cuyo contenido se mantiene en secreto, «podría no reflejar el verdadero estado del general».

Además, tanto Amnistía como Isabel Allende "sobrina del asesinado presidente" ya han anunciado que si Straw decide finalmente liberar a Pinochet, impugnarán esta decisión ante los tribunales. El ministro Straw, según confirmó ayer, se tomará «todo el tiempo necesario» para examinar los alegatos y una vez que les haya echado un primer vistazo dará «una indicación de cuándo es probable que anuncie una decisión». No obstante "matizó", «en ningún caso va a ser cuestión de horas, ni mucho menos» y su decisión no es inminente. Ayer mismo, el ministerio británico de Defensa confirmó que ha dado permiso de aterrizaje en territorio de este país a un avión de la Fuerza Aérea chilena enviado por el Gobierno de Santiago para llevarse a Pinochet.