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EFE - BILBAO Xabier Arzalluz Antia, elegido ayer por séptima vez presidente de la ejecutiva del PNV, el Euzkadi Buru Batzar (EBB), llevará un cuarto de siglo al frente de este partido cuando finalice, el año 2004, su actual mandato y es, junto a Jordi Pujol, el único político de su generación que sigue al frente de un partido. Arzalluz accedió por primera vez a la presidencia del Consejo Nacional del PNV en abril de 1980, cargo que ha desempañado desde entonces, salvo en el periodo entre 1984 y 1986, cuando se agudizaron las discrepancias entre la dirección del partido y el sector liderado por el entonces lehendakari, Carlos Garaikoetxea.

Arzalluz fue elegido nuevamente presidente del PNV por unanimidad en la Asamblea General que este partido ha celebrado en Bilbao, y en la que también se ratificó la línea política que aboga por conseguir la autodeterminación y la unidad territorial de la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y el País Vasco francés a partir de la paz, el reconocimiento del pluralismo y el protagonismo de la sociedad en ese proceso.

En su discurso ante la Asamblea General, Arzalluz apuntó que «cuando se nos dice si queremos una federación o una confederación», los nacionalistas se preguntan «¿y a los otros vascos, les podemos dar la espalda?. «Una cuestión -agregó- es que vayamos graduando nuestro propio camino, pero en la conciencia nacionalista práctica ha entrado claramente el concepto de esto no es solamente un problema español, porque hay vascos que no están bajo la Constitución del señor Aznar».

«Nos achacan que nosotros estamos por la independencia -dijo-, pero nosotros nunca impondremos nada, ni Constitución ni independencia. Nosotros haremos propuestas, como estamos haciendo, y en la medida en que la mayoría lo quiera, se hará aquello, pero no porque nosotros lo digamos. Pero éstos no, estos te imponen la Constitución, y hay de ti si la tocas», dijo.