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EFE - BILBAO El PNV destacó ayer que el concierto económico es un «pacto de convivencia» entre «el Estado español y el pueblo vasco» y que si una de las partes lo rompe «libera a la otra para buscar un nuevo marco de relación política y económica».

El diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, y los candidatos del PNV al Congreso Iñaki Anasagasti y Pedro Aspiazu ofrecieron en Bilbao una conferencia de prensa para exponer la posición de su partido sobre la negociación del actual concierto económico, cuya vigencia termina el 31 de diciembre de 2001.

Bergara defendió que el concierto no sólo establece el sistema de financiación de las instituciones vascas, sino que representa un «sistema de convivencia» y «un punto de encuentro pactado y consensuado» entre Euskadi y el resto de España.

«Es el clavito del abanico para la convivencia respetuosa en la realidad autonómica y para evitar la ruptura de nuestra sociedad con la nueva Monarquía constitucional», añadió.

El diputado general de Vizcaya sostuvo que esa «convivencia respetuosa» ha sufrido una «fractura» con los numerosos recursos presentados por el Estado contra las normativas fiscales vascas, por lo que advirtió de que «si uno rompe la filosofía de pacto que obliga a todos, libera al otro para buscar un nuevo marco de relación política y económica». En cuanto a la negociación para la renovación del concierto, Pedro Aspiazu comentó que en materia tributaria a las Haciendas vascas sólo les falta la capacidad normativa en los impuestos indirectos, especialmente el IVA, algo que en la práctica no es «importante» porque con la armonización fiscal europea será la UE la que regule estos tributos.